Mugre y seda. Barro y magia. Elijan los opuestos que prefieran, el sentido es el mismo. Como en el fútbol o como en esos oficios mecánicos y en principio rústicos que se convierten en un arte del movimiento. Como en la vida misma. Soul Bitches tiene lo uno y lo otro: lo apolíneo y lo dionisíaco, la calle y la academia, el estudio y el escenario, el detalle y el éxtasis. Todo en todas partes al mismo tiempo, como la película. Por Juan Manuel Pairone
Desde 2018, este quinteto portable de R&B feminista y preciosista no ha hecho más que sumar kilómetros, shows y horas de vuelo en el sentido más amplio. Para quien haya vivido la nocturnidad cordobesa de estos últimos años, es inevitable pensar en algún concierto, alguna participación o alguna presencia de la banda. Decir “música de Córdoba” lleva a imaginar, entre otros ejemplos varios, a Soul Bitches tocando en lugares. Cada vez más lugares, por cierto.
Las voces hipnóticas, magnéticas, de Rochi Goloboff y Porte Piatti son la primera línea de una aplanadora del groove que se completa con Franco Di Pietro, a cargo el beat desde la punta sus dedos; Gaston Saucedo, en el teclado y los sintetizadores; y Lucas Baxx, el punto medio entre el ritmo y la melodía desde las cuatro cuerdas graves.
Más allá de un par de singles previos, el EP Las Casa’ –de diciembre del año pasado- representó un punto de quiebre en la historia del grupo. Entre giras y shows casi permanentes, Soul Bitches tiene una discografía pendiente. Es sólo cuestión de tiempo, por supuesto, pero alcanza con escuchar Cenital, Data o Bencina para enfrentarnos a la punta del iceberg de un torrente creativo que se presume imparable.
Mientras tanto, las sesiones en vivo y los videos más o menos espontáneos abundan. Es lógico, Soul Bitches es una banda que respira escenario y contacto con el público. Si hasta tienen Té de Tanga, su propio ciclo todos los jueves en Pez Volcán. No llama la atención que pueda encontrarse material del quinteto haciendo versiones de casi cualquier canción o género, en inglés, en español o en el idioma que pinte. Eso sí, siempre entre el fulgor, la sensualidad y la euforia que contagia la música en estado de gracia.
En medo de todo eso, el grupo emerge como una referencia inmediata de aquello que hay que vivenciar en cuerpo presente. Por eso no es extraño que ellxs mismxs se presenten como una experiencia antes que como una banda. No están exagerando ni un poco. Simplemente es un sinceramiento, poner negro sobre blanco y dejar las cosas en claro. Porque es evidente que después de cruzarse con Soul Bitches, tu concepción de la música no puede seguir siendo la misma. El próximo 18 de Enero de 2025 se estarán presentando en el marco del festival solidario Solar del Rock en Tanti junto a otros artistas como El Kuelgue, Ella es Tan Cargosa, Joystick, Los Primos y Lau Cuello.
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